Miguel Vargas Maldonado no estaba preparado para perder las elecciones internas de su Partido. Es la impresión que tenemos de las argumentaciones que ha ofrecido tras los resultados de ese proceso.
Santo Domingo.- Su derrota confirma una vez más que una cosa es tener dinero y otra ser político. Tener dinero y disponer del liderazgo necesario para afrontar con éxito un evento de esta naturaleza, son dos cosas muy diferentes.
Ahora vemos como están las cosas en el principal partido de oposición del país. Quebrado por el dolor y las insinuaciones de fraude, de los que perdieron, y por la conducta feliz y osada de los que ganaron. Es como el partido blanco allana las condiciones que considera óptimas para competir en las elecciones presidenciales del 2012.
La perturbación fundamental de los perredeístas proviene precisamente de la solidez del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), así como de su conocida tradición organizacional y disciplinaria. Dos fortalezas contrapuestos a la cultura de desorden de los perredeístas y de la que habremos de percatarnos en el curso de los próximos días.
La lucha por la candidatura presidencial perredeísta dejó claramente expresada la falta de propuestas consistentes frente a los problemas del país, aunque sí un activismo político centrado en el populismo y las frases altisonantes.
Con el ingeniero Hipólito Mejía proclamado como candidato presidencial del PRD, parece que habrá de repetirse la historia de enfrentamiento electoral entre éste y el candidato del PLD, cuyos indicadores apuntan hacia el licenciado Danilo Medina.
Cuando señalo que “parece que habrá de repetirse la historia…”, aludo – como es lógico– a la competencia entre estos dirigentes políticos, a sabiendas de no hay circunstancias ni hechos repetitivos en la historia de de la humanidad ni en la
de ningún país. Circunstancias parecidas sí, pero eso es otra cosa.
Con aproximadamente ocho años fuera de la conducción del Estado, el PRD escoge al ingeniero Mejía como su candidato, en la idea de que podrá repetir los acontecimientos que le llevaron al poder en el año 2000. Una premisa falsa que quedará comprobada el 16 de mayo del año venidero, es decir, cuando concluyan las elecciones presidenciales previstas para esa fecha y se emita el veredicto a favor del candidato peledeísta.
Así como aseguran los sociólogos que no hay en la historia acontecimientos ni hechos repetibles, aunque sí parecidos, el PRD debe prepararse para competir en esta oportunidad, con una organización consciente de sus responsabilidades, la convicción de la mayoría nacional con respecto a las implicaciones de los mandatos gubernamentales perredeístas y, sobre todo, con un partido que, como el PLD, deberá mantenerse unido alrededor de su candidato presidencial.
La política es un asunto de experiencia, de reflexión y asimilación de cada circunstancia y, en esta oportunidad, el perredeísmo está muy distante de alcanzar una victoria electoral frente al PLD, sin importar quien sea su candidato.
La sociedad dominicana continúa observando en el PRD a una organización de perfil anárquico, desordenada y sin la madurez necesaria para conducir los destinos de la nación. Si a ello sumamos que los últimos tres gobiernos peledeístas han sido ejemplo en términos de manejo de la economía y finanzas del Estado, y, más que ello, apuntalar sus niveles de crecimiento, luce claro que será el candidato del PLD quien se alzará con la victoria electoral el 16 de Mayo del 2012.
Con el paso del tiempo y la acumulación de experiencia se va aprendiendo, además de que un eventual retorno perredeísta a la dirección del Estado, implicaría un retroceso de consecuencias inimaginables para la sociedad dominicana.
El hecho de que la convención perredeísta desarrollara en medio de la insolvencia temática y la falta real de discurso, es un hecho que no fácilmente pasará por alto la población dominicana, sobre todo esa amplia franja de clase media que aún no asimila los estilos de gobierno perredeísta.
En ella vemos una de las razones por las la mayoría de las encuestas hechas por prestantes firmas internacionales dan ventajosamente al PLD como ganador de los comicios del 16 de mayo del 2012. Hacia lo interno del PLD la suerte está echada y, a menos que no se produzcan acontecimientos trascendentales en el escenario político-electoral de la nación, todo indica que el próximo presidente de la República será el licenciado Danilo Medina Sánchez.
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