miércoles, 9 de febrero de 2011

Obama salva a Mubarak, pero el pueblo sublevado advierte: “No se ha derramado sangre para nada”


Cairo.- Estados Unidos admitió ayer que sería “una tarea complicada” para Egipto organizar y celebrar de manera inmediata elecciones libres, justas y creíbles, lo que significa un voto de confianza en la estrategia del presidente Hosni Mubarak de liderar él mismo la transición democrática hasta las elecciones de septiembre, sin tener que renunciar a su cargo, como exige el pueblo que ha tomado la Plaza de la Liberación.

El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, indicó que, según la Constitución egipcia, si Mubarak renunciara ahora tendrían que celebrarse elecciones en un plazo de 60 días.

“Eso plantea la cuestión de si Egipto estaría preparado para organizar unos comicios competitivos y abiertos. Creo que sería una tarea complicada”, admitió el vocero y luego explicó que “hay mucho que hacer para llegar al punto en el que se pueden celebrar unas elecciones libres y justas”.

Por el contrario, añadió, “si se puede celebrar elecciones en septiembre”, tal y como está previsto.

“Hay progresos”. En este punto, el presidente Barack Obama aseguró que Egipto está “logrando progresos” para encontrar un camino que permita resolver la crisis. Su portavoz, Robert Gibbs, indicó que desde el comienzo de las manifestaciones contra Mubarak, hace dos semanas, se han producido “cambios monumentales”.

Así, citó el nombramiento del vicepresidente Omar Suleiman y el anuncio de Mubarak de que no se presentará a la reelección y de que su hijo Gamal, considerado hasta ahora su heredero político, tampoco concurrirá a los comicios.

“No nos moverán”. Los manifestantes en la plaza Tahrir de El Cairo no comparten este optimismo de Washington y dicen que no se irán hasta que el presidente Hosni Mubarak deje el poder, pese al diálogo iniciado entre el gobierno y la oposición.

“Nos quedaremos aquí hasta que él se marche. No se ha derramado sangre para llegar a nada”, aseguró el ingeniero de obras públicas Salah Ahmed Mohamed, sentado en una de las aceras de la plaza, símbolo de las protestas contra el régimen de Mubarak.

Para Mohamed, “Mubarak no puede hacer en seis meses lo que no ha hecho en treinta años”.

“Él es el principal responsable de lo que ocurre en el país”, agregó, en referencia a la intención del jefe de Estado de permanecer en el poder hasta las elecciones presidenciales de septiembre.

Además, señaló otro manifestante, el comerciante Mahmud Fuad, “si nos marchamos de la plaza Tahrir y Mubarak sigue, irán a por nosotros. Estos días ha venido gente que ha tomado fotos de los manifestantes y nuestros nombres. Si estamos aquí no habrá represión”.

Ayer, después de catorce jornadas de violencia y tensión, la calma reinaba ayer en Tahrir, donde todavía hay muchos manifestantes acampados, pese al principio de acuerdo alcanzado ayer entre grupos de la oposición y el vicepresidente Omar Suleiman para acabar con la Ley de Emergencia, vigente desde 1981, y enmendar la Constitución.

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