La situación en Libia se encrudece por momentos, pasando desde las revueltas propias de otros países de la zona hacia una auténtica guerra civil entre los restos de la dictadura de Gadafi y los rebeldes, quienes ya controlan varias regiones del país, una situación tan grave que está provocando el éxodo de buena parte de la población de Libia.
Gran parte del ejercito, sobre todo en el este del país, ha abandonado la lealtad hacia Gadafi y se ha unido a los revolucionarios, como por ejemplo ha hecho el destacamento militar de Al Yabal al Ajdar, que ha realizado un comunicado en el que se une a las revueltas, declarando que luchará por la seguridad de los civiles de Libia. Estas deserciones no parecen asustar a Gadafi, que ayer pronunció un discurso de algo más de una hora donde declaró que no tenía problema en purgar Libia casa a casa, amenazando con ejecutar a cualquiera contrario a su régimen que porte un arma, terminando su discurso con la promesa de luchar hasta su última gota de sangre, muriendo en Libia como un mártir.
A los problemas militares, Gadafi debe unir los sociales y los políticos, tanto internos como externos. En la cuestión social, además de las muertes propias de los enfrentamientos, que según el Ministro de Exteriores de Italia pueden haber sobrepasado los 1.000 fallecidos, Libia se encuentra con el problema de un éxodo enorme, debemos de tener en cuenta que casi un tercio de la población del país es inmigrante, los cuales están tratando de abandonar el país por tierra a través de las fronteras con Túnez y Egipto o por mar, con lo que podrían llegar a las costas europeas, principalmente Italia y Grecia.
En el terreno político del régimen de Gadafi, el dictador debe enfrentarse a las deserciones de miembros de su Gobierno en Libia , principalmente diplomáticos, pero también altos cargos, como el ex Ministro de Interior Abdul Fatah Yunis, quien ha realizado un llamamiento al ejercito para que se una a los revolucionarios, y también ha declarado que Gadafi ha sufrido un atentado fallido contra su vida por parte de un asistente. Pero internacionalmente no están mejor las cosas, ya que el Gobierno Libio ha sido condenado fuertemente por la ONU y por la Liga Árabe, que ha expulsado a Libia de sus reuniones.
Sin ninguna duda, nos encontramos ante la caída del régimen de Gadafi en Libia, quien ya ha sido señalado para ser investigado por crímenes contra la humanidad por sus sangrientas represalias contra los manifestantes. La única duda ahora es cuánto tiempo durará Gadafi en el poder en Libia, y si las revueltas terminan provocando una sangrienta guerra civil o por contra terminan encontrando una salida más pacífica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario