Obama: No hay razón por la cual el respeto a los derechos humanos deba detenerse en la frontera de un país
El presidente estadounidense, Barack Obama, lanzó ayer un llamamiento en favor de la tolerancia, el respeto a los derechos humanos y la lucha contra Al-Qaida en un discurso al mundo musulmán en el que puso a Indonesia como espejo en el que mirarse. Y lo hizo desde la mayor mezquita del sudeste asiático en un gesto cargado de simbolismo.
El inquilino de la Casa Blanca, que pasó cuatro años de su infancia en Yakarta, recurrió a vivencias personales de su niñez para defender que «la democracia y el desarrollo se refuerzan mutuamente» frente a las voces que consideran la democracia un impedimento para la prosperidad.
El presidente estadounidense, que salpicó su alocución de palabras indonesias -un idioma que habló de niño y aún no ha olvidado-, defendió también la necesidad de respetar los derechos humanos y subrayó que «no hay ninguna razón por la cual el respeto a los derechos humanos deba detenerse en la frontera de ningún país». En alusión a situaciones como los comicios celebrados el pasado fin de semana en Birmania, donde la junta militar obtuvo más del 75% de los votos en unas elecciones que EE UU considera «injustas» y «sin libertad», Obama aseguró que «el pueblo del sureste asiático debe tener el derecho de determinar su propio destino».
A lo largo de todo su discurso el presidente estadounidense destacó el ejemplo de Indonesia como una democracia emergente y de mayoría musulmana tolerante que avanza camino de la prosperidad. La intervención del inquilino de la Casa Blanca buscaba volver a conectar con el mundo islámico, después de que las esperanzas despertadas con su discurso en El Cairo hace año y medio se hayan visto sustituidas por reproches ante la falta de progresos en Oriente Medio. «Podemos elegir entre destacar nuestras diferencias y ceder a un futuro de sospecha y desconfianza. O podemos elegir el trabajo más duro de encontrar un terreno común y comprometernos con el progreso», arengó.
Paz en Oriente Medio
El presidente estadounidense invitó a la comunidad islámica a que luche contra la red de Al-Qaida y repudie a los grupos terroristas extremistas. «Todos nosotros debemos derrotar a Al-Qaida y sus afiliados, que no pueden ponerse el título de líderes de ninguna religión, desde luego no de una tan grande como es el islam», recordó Barack Obama tras alabar los progresos hechos por Indonesia, país del que se llegó a temer que pudiera convertirse en un refugio para elementos extremistas en el sureste asiático.
El inquilino de la Casa Blanca también reiteró en Yakarta su compromiso con el proceso de paz en Oriente Medio, aunque reconoció que durante su mandato se han vivido «reveses». Después de que se retomaran las conversaciones directas entre israelíes y palestinos a comienzos de septiembre, esas negociaciones han vuelto a estancarse debido, entre otras razones, al fin de la moratoria israelí a la construcción de nuevas viviendas en Cisjordania.
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